Que cosas logré, que cosas aprendí y en que cosas siento
que tengo que mejorar
Al llegar fin de año muchos de
nosotros tenemos la tendencia a hacer un balance que no siempre es positivo. No
porque seamos pesimistas sino porque sentimos que hemos perdido tiempo o que
realmente no era tan fácil ganar un trillón de dólares como lo pensamos al final
del año anterior.
Hay personas que pueden hacer
balances mucho más justo. No se quedan en la queja o no ven solo el vaso medio
vacío. Lo cual es hacer un balance con justicia, sin exageraciones ni quejas en
exceso.
Otros, en cambio, se van a quejar,
aunque hayan ganado la lotería. Aunque han podido viajar por 93 países pero aún
así van a recordar que les faltó el número 94 de su lista de 95 países por
visitar en un año. Otros se van a quejar de no haber podido viajar en absoluta,
cuando no se dan cuenta que tienen salud, casa y familia estables.
Somos así, particulares. Todos tenemos
muchas y muy diversas formas de ver nuestra realidad y fin de año parece exacerbar
estas ideas y actitudes ante la vida que tenemos incorporadas.
La ansiedad de fin de año se
asemeja bastante a la ansiedad de la vida que llevamos en general. Un budista
muy rara vez sentirá el espíritu navideño de los grandes supermercados y
shoppings con tanta prisa como el resto del año. Tampoco creo que los
religiosos, los filósofos o los vagabundos se perturben demasiado ante el
espectáculo que representa la estampida de personas que se asoma a la nada,
como en una gran parodia de Woody Allen, donde todos simplemente, compran cosas
o persiguen un fin ansiosamente.
Es importante poder parar la
mente, el cuerpo y la rutina para darse un tiempo de reflexión sincera. No se
trata de ir más rápido o de cumplirlo todo a última hora, sino de ver un
balance en donde tenemos que comparar que tan bien nos sentimos con respecto al
ultimo año, a los últimos cinco y a toda la década que estamos dejando atrás,
pues entramos en 2020, una nueva y renovada década.
La pregunta que te invito a sentipensar
es:
¿Qué cosas crees que tienes que
mejorar como persona que tendrán un impacto decisivo en ti en los próximos
años?
🏆😱La realidad que limita o la realidad que miente
No, la realidad no miente, pero disimula muy bien. Pienso,
que de lo que se trata es de entender que construimos nuestra realidad, incluso
desde la forma en la que hablamos, y por supuesto, desde la forma en que
pensamos.
Podrás escudarte durante algún tiempo en el hecho de que
la realidad nos limita siempre de alguna manera, y por supuesto que es así,
pero no podrás ocultarte siempre de ti mismo sobre lo que la realidad te permite,
pero no te atreves a tomar de ella por miedo. Entonces, disimulas.
Creamos realidades que disimulan en base a las mentiras
que decidimos contarnos, no en base a lo que realmente representa y las puertas
que son riesgosas pero que permanecen abiertas justo frente a nosotros.
Todos los años tenemos esas puertas abiertas, pero
decidimos ignorarlas disimuladamente. Ahí es cuando decidimos decir que la
realidad “está peor”, “el país se hunde”, “debo terminar esto otro antes”, “mi
familia no me entiende”, “nadie me ama”, etc.
La pregunta que te dejo aquí es: ¿Cuántas puertas
decidiste ignorar este año, como los anteriores, y cuáles crees que no deberías
ignorar para la próxima década?
🏋️♂️✅¿Cómo lograr mis metas para el año 2020?
Voy a ser breve y voy a ir directamente a algunos puntos
clave:
1. Concentrarse
en lo realmente importante
Hay varias cosas que podemos hacer con nuestro tiempo,
pero hay prioridades. Establécelas y deja que sean el norte de tu brújula, que
sean tu macro estrategia, el lugar adonde arribar, aunque aún no sepas cómo o incluso
cuando dudes del camino. Hay cuestiones que son secundarias y lo sabes, pero te
cuesta abandonarlas. Mira tus últimos diez años, vas a poder verlas que
aparecieron cada año o al menos en los últimos cinco y te han estado
perturbando planes desde entonces.
2. Presupuestar
y mantener un calendario de acciones
Debes invertir dinero. Si vas a viajar, ahorra. Si vas a
estudiar, ahorra. Si vas a mudarte de casa, ahorra. Los planes importantes
necesitan de presupuestos importantes. El esfuerzo lo vale al mediano y largo
plazo. No pierdas eso de vista al mismo tiempo que creas un calendario anual,
semestral, mensual, semanal y diario. Los grandes planes se concretan en la
medida en que los haces digeribles. ¿Cómo se come un elefante? Pues…
3. Aprender
a cambiar los objetivos mensuales pero no los anuales
Tienes
definida una macro estrategia, esa es innegociable. Por ejemplo, si en los
próximos cinco años quieres estudiar una carrera universitaria y ya esta
decidido, eso no se negocia. Si quieres comprarte una casa nueva o mudarte al
extranjero, no se negocia. Lo que se va a negociar es el cómo hacerlo. Cómo hacerlo
en los próximos años, semestres, bimestres, semanas, días y horas. Esto tiene que
ver con cambiar caminos pero seguir la brújula. Y eso es sano. Eso, si es
coherente con lo que realmente queremos, está bien.
4. Entender
cómo los otros elementos de nuestra vida influyen en nuestro tiempo, personalidad
y motivación
No somos autómatas. Todo lo que nos pasa nos influye e
influye en nuestros proyectos. Si tu novia/o te deja, si tu perrito se pierde,
si tu esposa/o te es infiel o si la muerte aparece de repete no debes negarte a
darles el tiempo y las emociones necesarias para exponerlos. A la larga hacer
esto o no hacerlo va a influir en tu bienestar general porque ¿de qué te
serviría tener una casa de medio millón de dólares si no atendiste a tu
matrimonio o si te dieron ataques de ansiedad que decidiste ocultar para
mantener ese objetivo? Mantente motivado pero con los pies en la tierra, acepta
la realidad, no la disimules, enfócate en lo realmente importante.
5. Fracaso
es no intentarlo
Fracasa el que abandona no el que comete repetidos
errores al perseguir sus metas. Fíjate por ejemplo en tus últimos diez años, ¿podrías
decir que eres la misma persona? Ojala que puedas decir que no. El riesgo sería
que sigas cometiendo los mismos errores que hace una década y que no hayas
aprendido a adaptarte, mejorar, improvisar, repensar y continuar hacia nuevos
horizontes las veces que hayan sido necesarias.
Para finalizar (por ahora) quisiera dejarte una última
pregunta:
¿Qué quieres para tu 2020 y qué meta te pondrías para la
próxima década de vida que se te avecina?
(…espero, de corazón, que lo logres)
PD: Quieres que haga un video sobre este tema? Déjame un comentario.
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