(Ningún hombre es una isla, John Donne)
Este definitivamente ha sido el año que menos he escrito en el blog
y por razones que sería demasiado extensas de comentar solo puedo decirte que
se debe a que sigo en la búsqueda de nuevas verdades y mejores oportunidades,
pero no por eso quiero dejar pasar un breve post para concluir este año y darte
algunos consejos que en realidad tienen el potencial de hacernos entender cuál es el propósito que perseguimos y cómo
hemos de lograrlo.
No voy a limitarme a escribir una revisión frívola de cuál sería la mejor empresa de multinivel para este finde año porque ya no queda mucho más que concluirlo con la satisfaccion de
las metas realizadas y con los anhelos de que el año entrante podamos seguir
buscando y ejerciendo nuevas formas de entender y hacer redes de mercadeo a nivel global. Hoy quiero invitarte a
pensar más allá de un logo.
Muchos de nosotros hemos
trabajado en esta industria por muchos años y sabemos lo difícil que es
afrontar la coyuntura local política y los recursos limitados que muchas veces
nos hacen replantear los logros en detrimento de los sueños, pero también
sabemos que la única forma de lograr grandes resultados es poder concentrarnos
en aquello que buscamos con paciencia, fé y mucha habilidad.
He dicho no menos de mil veces que la mejor empresa de multinivel siempre va a ser aquella que te
halle a ti en el momento preciso de tu vida como para afrontar la
responsabilidad por aprender a superar desafíos nuevos, pensarte como líder
pero primero como albañil y también será aquella empresa que te agrade, no solo
por los productos que promuevas, por tu mentor o por las herramientas de las
que disponga pues más allá de la reputación y el logo lo que importa son las
personas a las que quieras llegar luego, y eso debes pensarlo muy bien de
entrada antes de hacer network marketing
con tal o cual compañía.
Con el paso de los años, y aquellos que llevan más de 3 o 4 años en
esta industria de las redes de mlm no me van a dejar mentir, vemos como cientos de nuevas personas se
lanzan a comercializar productos de esta clase de empresas pero desfallecen
ante el inmenso compromiso físico,
emocional y psicológico que demandan este tipo de emprendimientos para
alcanzar su nivel más exquisito y excelso. Aquellos que logran sobreponerse e
ir más alla de la simple comercialización de un buen producto aspiran a
concretar sus sueños ayudando a concretar los de otros y se piensan con los
atributos del líder necesario. Sinek
nos invita a su dieta cuando nos dice que "los líderes comen al final":
No es fácil pensarse así. Pensarse de ese modo implica resolver para
el afuera (mirando a la cara del otro que tal vez tiene menos experiencia que
nosotros en “esto” pero más habilidades para “aquello” otro) lo que en el libro
Rework, de J. Fried, debemos aclararlo para nuestros
adentros, por ejemplo al trabajar tu primer equipo: ¿Qué podrías estar
haciendo en lugar de eso?; ¿Qué
es lo que nose puede hacer porque tú
estás haciendo eso?
Pensarse más allá de las
ventas (liderazgo) implica pensar más allá de la venta (vendedor) como por ejemplo si
preguntásemos al estilo de Tony Hsieh, Gerente General de Zappos: Si la energía
fuese gratis, ¿Qué podríamos hacer diferente? ; ¿Qué pasaría si el
almacenamiento fuese gratis? o ¿Qué pasaría si la mano de obra costara un 50%
más o el doble?
O podemos pensarlo al estilo de Marcy Massura, experta en marketing
digital y estrategias de marcas en MSL Group: ¿Qué trofeo queremos conseguir? .
“El éxito no se mide de la misma manera para todos. ¿Qué es lo más importante
para tí? ¿Ser rentable? ¿Ser estable?,” dice Massura.
Si bien no existen formulas existen habilidades que hemos de
aprender y hemos de aplicarlas primero a nosotros y después a los otros para
empezar así a gestar el germen de lo Imparable, como me lo enseñó hace un
tiempo largo Jonathan Budd, uno de
mis mentores virtuales al que le debo mucho:
No es sencillo ir tras la búsqueda de un sueño pues implica
cambiarlo todo. Realmente todo.
Ese desafio es un autodescubrimiento que para muchos de nosotros ha
significado incursionar en la senda de los nuevos aprendizajes que nos
“obligan” a aceptar los equipos que hayamos de crear para nuestras compañías.
Como he dicho no hay tal cosa como “la mejor empresa de redes multinivel”, habemos algunos equipos,
habemos distribuidores, habemos vendedores, habemos líderes. Lo demás es
proceso, es decir, es contingencia con la realidad que cada uno va a ir
descubriendo y ojala, superando. Por eso
tan importante como elegir un logo es
elegir una persona que sepa que hacer, como hacerlo y quiera enseñarte a
hacerlo sabiendo desde el minuto uno que habrá contingencias en apariencia
imposibles pero con la seguridad de que son fuertes tormentas que nos
encontrarán en techos de paja o en bunkers de concreto, dependiendo de cómo
hemos de estado preparándonos hasta ese momento.
Si hay una sola cosa que le agradezco a los creadores de los fines
de año (?) es que al finalizar un ciclo uno puede hacer un balance honesto pues
a las pruebas hemos de remitirnos y si ese balance es además crítico, podemos
hacernos justicia y prepararnos para lograr ahora si aquello en lo que hemos
fallado.
No hay mejor justicia que la que nos hacemos con la crítica
(silenciosa) de fin de año.
Pues como lo plantea Suzy Welch esas decisiones serán luego parte de
otros procesos, ella se pregunta y nos pregunta: ¿Cuáles serán las implicaciones de esta decisión 10 minutos, 10 meses y
10 años en el futuro?
El progreso de cualquier
persona o de cualquier idea se mide en términos temporales pero aunque eso es algo relativo cuando la zona de confort gana por
sobre la zona de exploración es cierto que no podemos hacer oídos sordos al
pedido emocional que siempre gana - por sobre cualquier otro evento-, de ir
hacia aquello que nos gusta, que nos apasiona y que nos genera placer.
“No hago negocios por el
dinero sino por el placer”, escuché decir alguna vez a un millonario
americano que había admirado hasta que devino en candidato presidencial
xenófogo, pero aún asi esa frase tiene la vigencia de lo incuestionable. Al haber placer hay motivación. Por eso
hemos de perseguir el placer en la acción diaria y no en el supuesto de
convertirnos en tal o cual millonario. Ahí puede haber un error grosso de
nuestros porqués o al menos si es así, lo cual es lícito, será una limitación
para llegar hasta allí, pues los caminos son a paso de alpinista no existen los
helicópteros hacia esa montaña.
A pesar de querer habitarnos como seres rutinarios no hay espíritu
que se convierta en aquello que sueña sin sufrimiento por aquello que deberá
perder en el camino, por eso hemos de pensar
en objetivos para nuestros días, meses y años.
Tener objetivos es útil,
es bueno y es obligatorio. Pero algo más y que poco
se dice acerca de ellos, especialmente de los objetivos a corto plazo o
pequeños, es que deben ser flexibles, es decir, podemos revisarlos, criticarnos
y hasta descartarlos si nos apetece y eso no es delito si se mantiene el objetivo
macro.
Finalmente y para no hacer de esto un pergamino aquí si me permito
un consejo sencillo para empezar un año nuevo y pensar en aquellos actos que
nos han definido en este que pasó haciendo
redes de mercadeo o simplemente, viviendo: No tengamos miedo de cometer
errores, valorémoslos, aprendamos de ellos y sigamos, confiemos en las personas
más allá de nuestro nivel “normal” y cotejemos eso con el potencial de cada uno
para poder obtener lo mejor de esa persona pero que aún ella misma no lo ha
visto en acto, seamos más compasivos con los errores de los demás y enseñemos a
pensarlos como nos gustaría que entiendan los nuestros a pesar –y a causa- de
nuestras propias habilidades. Y como
perspectiva, abramos el juego a las posibilidades y a los otros que nos quieran
acompañar pero desde un camino de baldosas amarillas.
Y finalmente te pregunto:
¿Qué es lo que quieres?