Estaba a punto de empezar a
redactar el post que escribo todos años sobre las mejores compañías de multinivel que se perfilan para estos meses y
de pronto surgió en mi una necesidad un poco más urgente de tener que pensar
sobre esta extraña relación que aparecen en muchos afiliados de redes de mercadeo que se parece
desgraciadamente a la dependencia emocional que se expresa en los enamorados desahuciados
que buscan caridad de amor.
Si pensamos en el amor, que por cierto es un tema bastante infinito
debido a la polisemia de sentidos que todos podríamos darle, nos aparecen imágenes
recurrentes que siempre parecen estar en un precipio cercado entre la locura y
la sabiduría que solo en perspectiva podemos ver el acontecer de los sucesos
que más tarde podemos llamar como cariñosos, inconmensurables, honestos,
vergonzosos, pendencieros o utilitarios.
El amor es ante todo un descubrimiento que parece ir de la mano con
la incertidumbre del que cree pero paro pisa arenas movedizas, y aunque es
natural que así sea, muchos amantes erigen sus casas sobre esos pantanosos
sitios pensando que es ahí donde yace su morada más sincera, cuando todos
sabemos que lo ´único que puede vivir en los pantanos son las serpientes
ariscas y los llantos de cocodrilos.
En el modelo de los multinivel aparecen cada tanto referencias muy similares que extrañamente se parecen a la situación
caritativo-dependiente de los que mendigan un amor tan desproporcionado como
inaudito hacia sus malos prospectos.
En la canción de Ed Sheeran “Give me love” -dejo este cover que me gustó- hay un
pasaje que dice:
“…Give
me love like never before
'Cause
lately I've been craving more
And
it's been a while but I still feel the same
Maybe
I should let you go…”
En español:
“…Dame amor como nunca
antes
Porque últimamente he
estado anhelando más
Y ha pasado un tiempo pero
sigo sintiendo lo mismo
Quizas debería dejarte ir…”
Creo que ahí está un poco de lo que decía antes sobre aquello que el
enamorado no advierte pues esta cegado en su sentimiento y esa espiral de la
repetición es lo que tanto se le parece
al afiliado de empresas de multinivel que persigue prospectos por doquier mendigando
atención que esas personas que al no tener experiencia en negocios ni franco
interés en un modelo como el de las
redes de mercadeo, escapan despavoridos mientras son perseguidos por los
malos reclutadores que tratan de hacer
de su plan de compensación una carta de amor sin código… postal.
Hablar de amor es, muchas veces, hablar de historias repetidas. Hablar de hacer
multinivel a veces también lo es, pero puede no serlo si primero nos quitamos
las vendas en cuanto a estrategias de prospección nos referimos. Esa es la parte
en la que el mendigo se convierte en
líder (de eso hablo aqui), un camino lento tanto como sinuoso pero de aspiraciones que
contienen en sí la misma fe del inicio pero pisando en un terreno ya no tan pantanoso,
como fue ese primer momento de la ceguera que provoca el encandilamiento del
primer y descontrolado amor.
Pasar de un primer momento
de encuentro amoroso a uno de entendimiento a veces toma años, estamos dispuestos y atentos a ello?. Yo creo que muchas veces lo
nuevo como en el amor mismo nos toma por sorpresa y mientras el momentum acontece se suceden un ir y
venir de incertidumbres que tomamos cual certezas pero que no son sino pasos en
un necesario proceso que nos somete a sufrimientos y aprendizajes que no vamos
a valorar en su justa medida tan rápido como pensamos.
Podríamos pensarlo también en los términos de Sam Smith con su canción “I’m not the only one”:
Esta canción me gusta porque no solo habla de un mal amor sino del sufrimiento
por el apego a lo perdido, a un pseudo-amor podríamos decir, la mitad de un todo más bien patológico. Algo
que por cierto, es tristemente común entre personas que prefieren la mitad de
lo conocido que el temor a responsabilizarse de sus propias decisiones y el
entendimiento de su pasado. Sin embargo lo realmente útil para los emprendedores de multinivel es
la trágica similaridad que la propuesta de negocio imprime y el tiempo personal
que no es exclusividad del prospectador sino del emprendedor que puede no estar
dispuesto o simplemente no tenga como prioridad enfocarse con la suficiente
dedicación que demanda un negocio como las redes
de network marketing y la distribución de productos. Es por esto que este
tipo de negocios no es para todos, sino para aquellos que puedan reconocer en
lo que se están metiendo y hacerse cargo de lo que implica emprender. No hablamos
de un amor pasajero, eso está claro, aunque todavía muchos tratan a sus
propuestas como amores de verano.
Este post es inconcluso por donde lo quieras ver, lo sé. No soy un
especialista en el amor y aún no he podido encontrar una persona que
genuinamente pueda decir que es, aunque si hay gente que ama para bien,
honestamente y de manera incondicional.
Lo que podríamos aprender de ellos es que el devenir de las redes de mlm esta ciertamente ligado a una fe inquebrantable que no puede ser usada tan azarosamente como las flechas de Cupido sino en base a una estrategia que atraviese a los indicados y dispuestos, que como nosotros buscan un entendimiento profundo, que se alcanza con la experiencia del tiempo, y un aprendizaje basado en la cooperación más que en el apego y la caridad emocional.
Lo que podríamos aprender de ellos es que el devenir de las redes de mlm esta ciertamente ligado a una fe inquebrantable que no puede ser usada tan azarosamente como las flechas de Cupido sino en base a una estrategia que atraviese a los indicados y dispuestos, que como nosotros buscan un entendimiento profundo, que se alcanza con la experiencia del tiempo, y un aprendizaje basado en la cooperación más que en el apego y la caridad emocional.
Amar y hacer redes se parecen en tantas otras cosas, pero definitivamente
nadie debería mendigar amor sino construirlo.
P.D.: Puedes recomendarme tu empresa para la lista de mejores empresas de mlm de 2017...
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