Leo
mucho.
Lo he
mencionado varias veces en este blog. No es un secreto.
Uno de
mis objetivos de este año es leer un poco más.
Como
copywriter,
una de las cosas sobre las que tengo que mejorar constantemente son
mis fuentes de inspiración narrativa.
Aunque
no soy un escritor de grandes novelas ni de bestsellers, hago un tipo
particular de escritura que requiere de una constante visita al
pasado y al futuro de lo que ya fue escrito.
Por
eso creo que, como los grandes lectores de clásicos, un copy nunca
va a leer todo lo que debería. Pero aún así, debe intentarlo.
“A
Reading Diary” es el título en
inglés de este libro del ex director general de la biblioteca
nacional de Argentina, Alberto Manguel.
Conseguí
este libro por motivación propia hace un par de años cuando todavía
Manguel no era director de la biblioteca nacional pero ya tenía la
reputación de haber trabajado para Borges. Por una y por otra razón
fui posponiendo la lectura hasta que ya se me hizo imposible no
finalizarlo.
Eso de
haber trabajado para Borges, entre otras anécdotas bibliográficas,
me hizo interesar en este autor relativamente desconocido que vivió
gran parte de su vida fuera de Argentina.
Un
diario sobre lecturas es una invitación implícita a seguir leyendo
sobre lo que vamos a descubrir dentro. Básicamente, sucumbir a la
tentación.
Me
atemorizaba en un principio saber que este tipo de libros es como
abrir portales, aunque habiendo leído a Borges, lector de lectores,
¿a qué más podría temerle un aventurero?
El
libro de Manguel es simple. Es un diario que mezcla lo cotidiano de
la vida del autor con las noticias que van aconteciendo, sucesos
banales y reflexiones literarias surgidas del libro elegido para el
mes en que el autor se sitúa.
Es
simple porque se mezcla con lo cotidiano, pero no por eso deja de ser
sofisticado, analítico y preciso. Manguel hace hablar a los autores
que va eligiendo leer. Los hace confrontarse con otros autores por
medio de citas y declaraciones. Hace que los libros tengan entidad
propia a través de lo que su crítica le hace saber sobre ellos.
Manguel
es un lector ávido. Se nota que lee recordando. Se nota que recuerda
lo que lee.
Personalmente
me sirvió como un catálogo para mi propia lista de lecturas por
venir. Ya que al final del libro tenemos una lista de los libros que
el autor fue leyendo a lo largo de 12 meses.
A mi
me encantan las listas. Si son de libros, mejor.
Lo que
más me gustó del libro es cómo lo cotidiano se vuelve parte de la
narrativa del propio libro y de la vida del lector que su vez,
escribe.
Me
gustó que haya elegido autores variados, que lea variado y que lo
trasmita.
¿Mi
conclusión al terminar de leerlo?
Creo
que Manguel no es en absoluto alguien que va a pasar a la historia de
la literatura por escribir de manera extraordinaria, sin embargo, me
convenció de querer ser un tipo de lector como lo es el, un lector
infinito.
Es un
buen libro para leerlo los días de lluvia, con música chillout
y ante la indecisión de quien quiero ser al siguiente libro.
No es
un libro que cambie vidas, es un libro para cambiar la forma en que
leemos más allá de lo que suponemos que es descubrir un nuevo
autor, un nuevo tema, un nuevo idioma.
Espero
que lo puedas leer y si ya lo leíste, déjame tu opinión por aquí.
¿Cuál
es el último libro que leíste y que recuerdas sobre él?
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