Yo creo que alguien con el número suficiente de seguidores y con una audiencia mas o menos leal podría hacer un gran ruido en Twitter al mejor estilo Orson Welles con su programa de radio en los 30 cuando anuncio a todo su público que Estados Unidos estaba siendo invadido por alienígenas, lo cual desato el caos casi inmediatamente sin siquiera tener que recurrir a mostrarlo jaja.
No se qué tan lejos estamos de un Orson Welles en Twitter o en el marketing convencional pero lo cierto es que muchas vamos necesitar construir credibilidad para poder utilizarla según las necesidades de nuestras metas.
Aunque suene polémico me parece que la credibilidad en Twitter está supeditada a dos cosas: la calidad de los seguidores, es decidir quienes son, que hacen y cómo influyen en sus propios seguidores, y en segundo término en la cantidad de seguidores que tengamos, porque aunque suene frívolo, la cantidad de seguidores si importa pues son ellos lo que le dan sentido a la viralidad del contenido y son ellos lo que hacen que un solo link se esparza a la velocidad del boca a boca 2.0, aunque claramente no puedo decir que alguien con pocos seguidores no sea alguien creíble sino que si además de producir información de valor podemos lograr un buen número de seguidores que estén al nivel de calidad que nuestro nicho de negocio demanda, entonces eso sería el equivalente al paraíso.
Siempre pensé y sigo pensando en que el marketing es infinito, pero ahora le agrego que aunque el marketing sea infinito los recursos son escasos, en Twitter por ejemplo, eso es relativo pues si nosotros queremos hacer que una idea fluya con naturalidad dentro de las redes sociales me parece que solo va a depende del grado de interés que despierte en el publico que está recibiendo el mensaje y en como ellos le den sentido a esa información, con interpretaciones, ataques o adhesiones, en ese sentido el otro aliado que podría contribuir al marketing viral en las redes sociales como Twitter puede ser la tan vapuleada polémica frívola, tan común por ejemplo de medio como la televisión.
Twitter es una herramienta de marketing que puede ser explota en niveles sencillos como por ejemplo posteando y participando activamente con ese público de influencia y manteniendo una relación estrecha con ellos, pero pienso que la única forma de hacerla explotar es llevando esa capacidad potencial de la viralidad y la polémica al extremo mismo de la ética y la lógica.
Y es ahí donde está el debate porque como le paso a Orson Welles con su radioteatro, cuando se usa el poder de un medio tan eficaz y masivo para transmitir una idea con intencionalidad o no, la gente va a interpretarlo de diferentes maneras y entre esas maneras están los que van en contra de lo que normalmente llamamos moral y ética social.
No se si cuando Orson Welles puso al aire su radioteatro la Guerra de los Mundos pensó en que mucha gente se iva a suicidar porque el estaba diciéndoles que algunas ciudades estaban siendo atacadas por naves alienígenas, no se si realmente pensó en las consecuencias que tendría hacer semejante anuncio en la sociedad del momento que aun estaba aprendiendo a reconocer la ciencia ficción masiva.
Tal vez los marketers modernos podamos aprender de cómo los medios en el pasado han servido para especular con las reacciones pero de lo que no me cabe la menor duda es que ese potencial aun sigue latente y tal vez, sea más poderoso que nunca si le sumamos la credibilidad, los intereses lucrativos y los nuevos medios en tiempo real.
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