Estaba viendo
este video muy interesante sobre el cerebro y la conciencia cuántica que es uno
de los temas que me interesan últimamente y quería compartir con ustedes
algunos de los postulados mas simples de entender que este presentador español
los explica claramente y con muy pocas formulas para tratar de darnos un acercamiento
un poco simplista pero muy didáctico sobre cómo funcionan los procesos de la física
cuántica aplicada para el entendimiento del intercambio de información a nivel
neuronal.
Se hablan de
conceptos muy interesantes para aquellos interesados en el tema que van desde
la misma física cuántica y ejemplos, como con la molécula de amoniaco, algunas
formulas y ecuaciones, la decoherencia, los microtúbulos y las redes neuronales
aplicadas a la física cuántica.
Sobre la
conciencia, en su libro La Mente Nueva del Emperador, Roger Penrose dice cosas interesantes, aquí les
dejo un fragmento interesante:
Se han
expresado muchas opiniones diferentes con respecto a larelación entre el estado
del
cerebro y el
fenómeno de la conciencia. Es notable el escaso consenso de opinión para un
fenómeno de
tan obvia importancia. Es evidente, sin embargo, que no todas las partes del
cerebro
están
involucradas por igual en su manifestación. Por ejemplo, como se apuntó antes,
el cerebelo
parece ser
mucho más "autómata" que el cerebro propiamente dicho. Las acciones
bajo control
cerebelar
parecen tener lugar casi de forma "autónoma" sin que tengamos que
"reflexionar" sobre
ellas.
Mientras que podemos decidir conscientemente el andar de un lugar a otro, no
tenemos
conciencia a
menudo de los elaborados planes de movimientos musculares detallados que serán
necesarios
para el movimiento controlado. Lo mismo puede decirse de las acciones reflejas
inconscientes,
como la de retirar la mano de unaestufa caliente, que podría estar mediada no
por
el cerebro
en general sino por la parte superior de la médula espinal. A partir de esto,
podemos
estar
inclinados, al menos, a inferir que es probable que el fenómeno de la
conciencia tenga más
que ver con
la acción del cerebro propiamente dicho que con la del cerebelo o la médula
espinal.
Por otra
parte, está lejos de ser evidente que la actividad del cerebro deba siempre
incidir sobre
nuestra
conciencia. Por ejemplo, como he descritoantes, en la acción normal de caminar
en la
que no somos
conscientes de la actividad detallada de nuestros músculos y miembros —al ser
el
control de
esta actividad principalmente cerebelar (asistido por otras partes del cerebro
y la
médula
espinal)— parece que también las
regiones motoras primarias deberían estar
involucradas.
Además lo mismo sería válido paralas regiones sensoriales primarias: podríamos
no tener
conciencia, en ese momento, de las variaciones de presión en las plantas de
nuestros
pies cuando
caminamos, pero las regiones correspondientes de nuestra corteza
somatosensorial
estarían
siendo activadas continuamente.
De hecho, el
distinguido neurocirujano canadiense-estadounidense Wilder Penfield (quien, en
los
años 40 y 50
fue responsable de detallar gran parte del mapa de las regiones sensorial y
motora
del cerebro
humano) ha argumentado que la conciencia no está simplemente asociada a la
actividad
cerebral. Él sugirió, basado en sus experiencias al realizar numerosas
operaciones
cerebrales
en sujetos concientes, que cierta región a la que denominó tronco cerebral
superior,
consistente
principalmente en el tálamo y el cerebro medio (cfr. Penfield y Jasper, 1947) —
aunque él
tenía en mente sobre todo la formación reticular — debería considerarse, en
cierto sentido, como la "sede de la
conciencia". El tronco cerebral superior está en comunicación con el
cerebro, y
Penfield argumentaba que la "atención consciente" o "conciencia
de acción
voluntaria"
aparecería siempre que esta región del tronco cerebral estuviera en
comunicación
directa con
la región apropiada de la corteza cerebral, es decir, la región particular
asociada con
cualesquiera
sensaciones específicas, pensamientos, recuerdos o acciones que sean percibidas
o
evocadas
conscientemente en el momento. Subrayó que aunqueél pudiera, por ejemplo,
estimular la
región de la corteza motora del sujeto que provoca el movimiento del brazo
derecho
(y el brazo
derecho se moviera realmente), esto no provocaría que el sujeto quisiera mover
el
brazo
derecho. (De hecho,el sujeto podría incluso reaccionar con el brazo izquierdo y
detener el
movimiento
del brazo derecho — como en la bien conocida interpretación cinematográfica que
Peter
Sellers hacía del doctor Strangelove.)
*
Penfield
sugería que el deseo del movimiento
podría tener
más que ver con el tálamo que con lacorteza cerebral. Su idea era que la conciencia
es una
manifestación de la actividad del tronco cerebral superior pero, puesto que se
necesita
además que
haya algo que sea consciente de, no essólo el tronco cerebral el que está
implicado
sino también
alguna región de la corteza cerebral que esté en ese momento en comunicación
con
el tronco
cerebral superior y cuya actividad representa el sujeto (impresión sensorial o
recuerdo)
o el objeto
(acción voluntaria) de dicha conciencia.
Otros
neurofisiólogos han argumentado que laformación reticular, en concreto, podría
considerarse
la "sede" de la conciencia, si realmente existe tal sede. Después de
todo, la
formación
reticular es responsable del estado general de alerta del cerebro (Moruzzi y
Magoun,
1949). Si se
lesiona, el resultado es la inconciencia. Siempre que el cerebro está en un
estado
consciente
de vigilia, la formación reticular está activa; de lo contrario no lo está.
Parece haber
así una
clara asociación entre laactividad de la formación reticular y el estado de una
persona
que
normalmente denominamos "consciente". Sin embargo, la cuestión se complica
por el hecho
de que en el
estado de ensueño, en el que realmente se tiene "conciencia" (en el
sentido de tener
conciencia
del propio sueño), las partes normalmente activas de la formación reticular no
parecen
estar activas. Una cosa que también preocupa a algunas personas, a propósito de
asignar
semejante
honroso status a la formación reticular, es que éstaes, en términos evolutivos,
una
parte muy
antigua del cerebro. Si todo lo que se necesita para ser consciente es una
formación
reticular
activa, entonces las ranas, los lagartos e incluso los bacalaos son
conscientes.
Personalmente
no considero que este último argumento tenga mucha fuerza. ¿Qué evidencia
tenemos de
que los lagartos o los bacalaos no posean alguna forma de conciencia de bajo
nivel?
¿Qué derecho
tenemos a afirmar, como haríanalgunos, que los seres humanos son los únicos
habitantes
de nuestro planeta dotados de una capacidad real de tener
"conciencia"? ¿Somos las
únicas
cosas, entre las criaturas de la Tierra, para quienes es posible
"ser"? Lo dudo. Aunque las
ranas y los lagartos,
y especialmente los bacalaos, no me inspiran una gran convicción de que
necesariamente
hay "alguien ahí" devolviéndome la mirada cuando los observo, me
resulta muy
fuerte la
impresión de "presenciaconsciente" cuando miroa un perro o un gato o,
especialmente,
cuando en el
zoológico me mira un simio o un mono. No pido que ellos sientan como yo, ni
siquiera que
haya mucha sofisticación en su modo de sentir. No pido que sean
"autoconscientes"
en ningún
sentido fuerte (aunque yo admitiría que puede estar presente un elemento de
autoconciencia).
*
Todo lo que
pido simplemente es que a veces sientan. Como en el estado de
ensueño,
aceptaría que hay presente alguna forma de conciencia, aunque presumiblemente
de un
nivel muy
bajo. Si partes de la formación reticularson, en cierto sentido, las únicas
responsables
de la
conciencia, entonces deberían estar activas, aunque en un nivel bajo, en el
estado de
ensueño.
Otro punto
de vista (O'Keefe, 1985) afirma que es la acción del hipocampo la que más tiene
que
ver con el
estado consciente. Como señalé antes, elhipocampo es crucial para el
asentamiento de
la memoria a
largo plazo. Podría alegarse que el asentamiento de recuerdos permanentes está
asociado con
la conciencia y, si esto es correcto, el hipocampo jugaría realmente un papel
central
en el
fenómeno de la conciencia.
Otros
sostendrán que es la propia corteza cerebral la responsable dela conciencia.
Puesto que el
cerebro
propiamente dicho es el orgullo del hombre (aunque los cerebros de los delfines
son tan
grandes como
el de éste) y puesto que las actividades mentales más estrechamente asociadas
con
la
inteligencia parecen ser llevadas a cabo por este cerebro, entonces ¡es
ciertamente allí donde
reside el
alma del hombre! Esta será presumiblemente la conclusión del punto de vista de
la IA
fuerte, por
ejemplo. Si la "conciencia" es simplemente una característica de la
complejidad de un
algoritmo —o
quizá de su "profundidad" o cierto "nivel de sutileza"—
entonces, según la idea de
la IA
fuerte, los algoritmos complicados que ejecuta la corteza cerebral confirmarían
a esta
región como
la más firme candidata a lacapacidad de manifestar conciencia.
Muchos
filósofos y psicólogos parecen aceptar laidea de que la conciencia humana está
muy
ligada
al lenguaje humano. Por consiguiente, es sólo en virtud
de nuestras capacidades
lingüísticas
por lo que podemos alcanzar una sutileza de pensamiento, que es la impronta
misma
de nuestra
humanidad, y la expresión de nuestras propias almas. Es el lenguaje, según este
punto
de vista, el
que nos distingue de los otros animales, y nos proporciona así una excusa para
privarles de
su libertad y sacrificarlos cuando sentimos que surge dicha necesidad. Es el
lenguaje
el que nos
permite filosofar y describir cómo sentimos, de modo que podamos convencer a
los
demás de que
nosotros tenemos conciencia del mundo exteriory también tenemos conciencia de
nosotros
mismos. Desde este punto de vista, nuestro lenguaje se considera como el
ingrediente
clave de
nuestra posesión de conciencia.
Ahora bien,
debemos recordar que nuestros centrosdel lenguaje están (en la inmensa mayoría
de
las
personas) solamente en los lados izquierdos de nuestros cerebros (áreas de
Broca y de
Wernicke).
El punto de vista recién expresado parecería implicar que la conciencia es algo
que
está
asociado solamente con la corteza cerebral izquierda y no con la derecha. De
hecho, ésta
resulta ser
la opinión de variosneurofisiólogos (en particular, John Eccles, 1973) aunque
para
mí, como
profano, me parece realmente una idea muy extraña por las razones que voy a
explicar.
Aquí el
video que puede ser una buena introducción para aquel que quiera estudiar el
tema:
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