La primer venta que realicé en Internet después de meses de diagrarmar mi primer infoproducto fue consecuencia justamente de la pérdida de dinero que estaba teniendo en la búsqueda de oportunidades reales en la web.
Fue irónico aprender más de todos los años que gasté buscando información que de las verdaderas propuestas de negocios en la web, lo cual probablemente se deba a que naturalmente, fui perfeccionando la forma en la que adquiría la información y aprendí a identificar cuales eran las estrategias de mercadeo de los grandes vendedores online, que parecían repetirse como un patrón en la mayoría de los casos, lo cual por supuesto no era más que marketing 2.0, pero que en algún momento pensé que se trataban de cosas demasiado grandes para mí y de muy difícil acceso.
Con el tiempo aprendí que todos vendían “cosas” basadas en información y que ese era “el bien” más preciado en la web para otros (que como yo) estaban en una búsqueda desesperada.
El secreto de esos grandes marketineros de la web no eran precisamente sus logros, ni su fortuna, ni lo que vendían,… ni su formación, todo eso era consecuencia únicamente de algo que yo estaba por descubrir y que me iba a llevar a una evolución que hasta el día de hoy no ha parado: ellos se animaron a tomar su lugar.
En todos estos años he leído, y en algunas ocasiones he hablado con grandes referentes de negocios tanto en español como en inglés y es notable que la mayoría de ellos se inició por sus propios medios y a causa de una necesidad urgente de ganar dinero extra.
Claro… todos tenemos necesidades económicas urgentes y también necesidades financieras personales a largo plazo, pero esto de los negocios en la web no es algo común, como cuando se le pregunta a un niño “¿Qué quieres ser cuando seas grande?”
Ni siquiera yo sabía que podía tener un potencial prácticamente ilimitado en Internet; pero lo grandioso de todo esto es que se comienza por la propia necesidad y se termina por planificar como podríamos nosotros mismos ayudar a otros que tienen esa misma necesidad sin tener que recorrer el largo camino como lo hicimos nosotros.
La primer venta online la logré al poco tiempo de haber tenido esta epifanía comercial que por esos años seguía desarrollando en base a mis propias necesidades.
El primer infoproducto que vendí fue la consecuencia, de nada más y nada menos, que de la voluntad de salirme de la mediocridad representada por el hecho de que otros se beneficiarían de mi trabajo y de mis capacidades cuando en realidad era tan simple como volcarme completamente a lo que yo deseaba e ir tildando mis metas personales en un simple bloc de notas.
Fue un camino muy corto cuando pude entender todo esto, y extrañamente racional, porque en ese entonces era aún más joven, pero ya me había dado cuenta de algo que me serviría toda la vida y que está en la lógica del emprendedor, siempre latente pero a veces opacada por cuestiones de tiempo.
Ese camino más corto me hizo sentir, a su vez, que estaba subiendo a un Ferrari para poder avanzar al mismo paso que otros grandes emprendedores a los que tenía de referencia.
Yo ya no quería viajar más en carreta quería ir por la senda más corta y más rápida.
Fue natural pero me costó mucho trabajo (más que trabajo, tiempo), aunque en parte agradezco a los que me hicieron perder tiempo porque no lo perdí realmente sino que hoy me sirve para acaparar experiencia y premeditar decisiones basadas en esos conocimientos creados a partir de las observaciones que hice de cómo ellos hacían sus negocios.
Este fue mi camino corto…creado a partir de una necesidad plasmada en un infoproducto y al año otro, y luego otro…
Mi primer venta online es la consecuencia de mi propia voluntad, la de hacerme con el dinero que necesitaba; pero también es consecuencia del entendimiento generado en el proceso que me llevó a contrastar que entre el deseo y el objeto del deseo, solo hay una persona que puede frustrarlo o lograrlo: Yo Mismo.