Una de las
palabras mas vapuleadas y más mal usadas en todo el mundo es el término “coach”
y “coaching”. La moda y la frivolidad hace que cualquiera pueda declarar coach
de cualquier tema sin tener un entrenamiento o los mínimos requerimientos que
se necesitan para guiar a otros en la búsqueda y consecución de metas
personales o grupales.
Los coach necesitan
tener una formación y no ser improvisados, por eso he decidido crear este brevísimo
artículo en donde expongo al menos ocho habilidades que una persona debería
tener antes de querer ser llamado “coach” o entrenador personal. Estas
habilidades son:
1.
Tener
experiencia y conocimiento experto en un tema
La experiencia y
el conocimiento son dos pilares BASICOS para alguien que quiere entrenar a
otros, no basta solo con un tipo de conocimiento académico-teórico sino con es
necesario poder amalgamar ese tipo de entendimiento que nos da la formación tradicional
por medio de cursos, carreras de grado o posgrado con conocimiento basado en la
prueba y el error y que provenga de la experiencia personal en el campo donde
va a dar coaching.
Ser un experto en
un tema no es garantía de ser buen coach, porque además para poder lograr entrenar
a otros y ayudar a otros se necesitan habilidades que van a orbitar entorno al
desarrollo personal, las habilidades de comunicación intra e interpersonal y la
materia prima sobre la cual siempre estaremos volviendo que es nuestra propia
subjetividad.
2.
Habilidad
de escuchar empática y activamente
Esta es una de
las habilidades más necesarias porque si alguien no puede escuchar activamente y
leer entre líneas lo que una persona dice y contrastarlo con lo que hace y
determinar los momentos críticos en el proceso de logro de objetivos, entonces
no podremos guiarla.
La escucha
activa tiene que ver con poder prestar atención a lo que alguien dice, lo que
hace, lo que desea, lo que no dice, como lo dice, las omisiones, la expresión y
tono de angustia, frustración y nuestras propias reacciones a sus modos en
relación al lugar donde queremos estar experiencialmente, como entrenador y
como entrenado.
Guiar a otro
solo es posible respetando los tiempos del otro. La empatía es el elemento que
le da forma al respeto por ese tiempo y el poder ponernos en la forma de ver el
mundo y de procesarlo es lo que le dará sentido a nuestras intervenciones y guías
como coach.
Pienso que no
existirá ninguna posibilidad de ser un buen coach si alguien no tiene
paciencia, no respeta el tiempo del otro y no esta dispuesto a meterse de lleno
en los modos de pensar y de sentir que le son ajenos.
3.
Capacidad
de propiciar el pensamiento crítico
La capacidad de
hacer pensar al otro de una manera distinta a la forma en la que acostumbra a
ver el mundo es lo que se conoce como propiciar el pensamiento crítico. La mejor
forma de hacerlo es aprender a hacer mejores preguntas. Pero para hacer mejores
preguntas necesitamos adquirir cada vez más conocimiento y experiencias que
vayan más allá de nuestro propio campo de expertise, es decir, empezar a
incorporar estructuras de aprendizaje basados en temas, situaciones, libros, cursos,
habilidades, experiencias, actitudes y sentimientos que no hemos explorado
hasta ahora.
Un coach debería
poder pensar críticamente teniendo en cuenta los puntos anteriores y viéndose como
una persona que en principio, debe llevarse a sí misma a la mejor versión que le
sea posible sobre su yo actual.
Solo se puede
pensar críticamente si problematizamos lo cotidiano, si nos acostumbramos a
desnaturalizar lo que se da como cerrado y como final. Si no somos capaces de
repensar lo que se presenta en su modo final, sin cuestionarlo de ningún modo posible,
entonces no vamos a poder pensar críticamente sobre nada nuevo.
4.
Conocimiento
de sí mismo
Delfos era el
lugar donde en el pórtico de bienvenida los forasteros leían la frase “conócete
a ti mismo”. Una gran forma de recordarles que no van a encontrar nada distinto
en ningún lugar tan alejado que ellos mismos.
El coach debe
tener la RESPONSABILIDAD de conocer sus puntos ciegos, de tomar terapia psicológica
para autoexplorarse y de conocer sus propias habilidades, estructuras y
patrones de pensamiento y la forma en que aprende porque todo eso configura
prejuicios, sesgos y modos de ver la realidad que terminan afectando aspectos
de la vida sin mesura.
Cuando hablamos
de dar coaching a otras personas es indispensable poder dar cuenta de que cosas
son propias de nuestra personalidad y que cosas son de la otra persona, para
poder separarlo, estudiarlo y mantenerlo fuera del proceso que esta realizando
el entrenado, sin que estos elementos entorpezcan el crecimiento o los objetivos
del otro.
Si alguien no se conoce a si mismo, o al menos, no se advierte a sí mismo, no puede ayudar ni guiar a otros, aunque tenga un conocimiento experto en un campo del saber.
Como este es un
punto bastante exigente no se le puede pedir a nadie que logre esto en un curso
de coach ontológico o de coaches en
un año, no se trata de eso, de lo que se trata es de saber que este elemento
juega a favor o en contra de nosotros mismos y de los entrenados en la medida
en que se mantenga en la oscuridad o en la luz de las decisiones y de las
acciones que se tomen en el proceso de coaching.
Spoiler Alert: Conocernos
a nosotros mismos nos tomará toda la vida, sin embargo, el ser coach acelerará
ese proceso y probablemente es la medida con la que se miden los buenos entrenadores
personales.
Si alguien no se conoce a si mismo, o al menos, no se advierte a sí mismo, no puede ayudar ni guiar a otros, aunque tenga un conocimiento experto en un campo del saber. https://t.co/wc0j9EhX66 #coaching— 📌Alex📖Bobadilla📌 (@alexbobadilla) March 7, 2019
5.
Habilidad
de aprender a aprender
Para continuar aprendiéndose
necesitan técnicas, estrategias y movimientos mentales en favor de mejorar los
recursos con los que contamos para adquirir nuevos objetos de conocimiento y
aplicarlos a nuevas situaciones, personas o decisiones.
Hay muchas
formas en las que las personas podemos mejorar la forma en la que aprendemos,
pero lo primero y lo fundamental es reconocer que siempre podemos aprender
mejor, que para hacerlo se necesitan desarrollar nuevas habilidades, mejorar
estrategias de productividad, reemplazar malos hábitos, desmitificar viejas
formas, redefinir la creatividad y la procrastinación con el aroma personal y
mantener una actitud tan proactiva como curiosa sobre la manera en que
actualmente hacemos las cosas.
6.
Capacidad
de reconocer inteligencias y potenciarlas
Según Howard Gardner
existen al menos siete inteligencias y cada una con características particulares.
Te dejo aquí un video adicional sobre eso:
Entender esto es
tan fundamental como todos los puntos anteriores porque si quieres ser un buen
coach o neurocoach necesitas
entender que NO TODAS LAS PERSONAS APRENDEMOS DE LA MISMA FORMA, y eso es lo
que va a marcar la diferencia entre tolerar procesos de prueba y error de tu
entrenado y los tuyos también.
Daniel Goleman,
otro gran investigador y educador, nos agrega un tipo de inteligencia igualmente
importante que es la inteligencia emocional, sobe este punto te recomiendo este
video:
Conocer las
clasificaciones y las características de los distintos tipos de inteligencias
te van a permitir conocerte mejor y propiciar mejores formas de propiciar el
pensamiento crítico en los entrenados, y en ti mismo. Además, ten en cuenta que
identificar esto es también ayudar a potenciarlo porque ahí tienes un insumo
más con el cual orientar a las personas o grupos que lo requieran.
7.
Capacidad
de trabajo con grupos heterogéneos
Todos los grupos
son heterogéneos pero lo que quiero resaltar con este punto es que cada persona
tiene estructuras de creencias, experiencias personales, estructuras cognitivas
y visiones del mundo que son UNICAS, singulares. ¿Qué hacer con eso? Primero,
respetarlo, según entenderlo, tercero, mejorar si hace falta.
A veces la forma
en la que pensamos no es suficiente o no va en el sentido de lo que decimos que
queremos lograr, en los grupos hay que aprender a conciliar eso desde la sana
critica y el rol que cada persona ocupa en relación a una grupalidad de
saberes.
Tener experiencia
en el manejo de grupos, habilidades de asertividad, comunicación eficaz y de
negociación, son habilidades igualmente necesarias para ser un buen coach, ¿no
te parece?
8.
Humildad
y eterna posición de aprendiz dialéctico
La humildad es
volar bajo, pero con la seguridad de que cualquiera en cualquier momento nos va
a enseñar algo nuevo. Estar a disposición de ese vuelo es lo que hará que
nuestras alas del saber alcancen nuevas alturas.
Esa es una actitud sentipensante que te hará un mejor aprendiseñante y que necesitas cultivas si quieres ser un buen coach, o al menos eso pienso yo.
Ahora me gustaría saber que otras habilidad, capacidades o recursos crees tú que necesita una persona para ser coach?
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